Artículo publicado en El Pueblo de Ceuta
El cardiólogo jienense del HUCE trabaja de forma voluntaria durante sus periodos vacacionales en distintos países del mundo para cooperar con otros profesionales sanitarios y contribuir en su formación y mejora de la atención
La cooperación internacional suena a política, a movimiento de dinero y a fondos de inversión. Pero no es para nada eso. La cooperación internacional se basa en el voluntariado, en los sacrificios y en la economía ‘de bolsillo. El cardiólogo del Hospital Universitario de Ceuta, Francisco García Lanzas, jienense de nacimiento y ceutí adoptivo desde hace unos dos años, conoce muy bien la cooperación internacional antes de que se crease esta sección dentro del Colegio de Médicos de Ceuta, ya que ha realizado varios proyectos en distintos países a lo largo de su trayectoria profesional. “Personalmente he estado haciendo cooperación de tres meses, seis meses, de un año, en muchos países”, cuenta García.
La India, Zanzíbar, Etiopía, Camerún, Senegal, Chad, Haití o Perú son algunos de los países en los que este profesional sanitario ha estado llevando a cabo sus cooperaciones, aunque confiesa que “se le escapa alguno”. Se trata de unos 9 proyectos de cooperación internacional que se incluyen en la biografía, tanto personal como laboral de este cardiólogo. Realizar cooperaciones, sobre todo internacionales, han supuesto y suponen para este cardiólogo un trabajo extra que, además, no está remunerado económicamente, pero sí en experiencia, vivencias y, sobre todo, crecimiento personal. García paga de su propio bolsillo cada una de las cooperaciones que ha estado realizando, así como ‘perder’ días de vacaciones para poder llevarlas a cabo.
“La cooperación me encanta y me fascina y lo voy a seguir haciendo toda mi vida”, Francisco García Lanzas
“El dinero siempre ha surgido de mi bolsillo, dejaba el trabajo que tenía aquí en España y con el dinero que tenía ahorrado me iba a trabajar de forma voluntaria a cualquier país africano o a un hospital público o con algún grupo religioso”, comenta. Pero esta pasión por la cooperación no surge de la nada. Durante su estancia en Alemania, lugar donde realizó el Máster de Enfermedades Tropicales hace ya 15 años, conoció a un médico camerunés. Este doctor impartía uno de los temas de Medicina Tropical y en una de las sesiones invitó a sus alumnos a que “cuando quisiéramos colaborar, aprender, que le escribiésemos”. Un año después de esta invitación, García se acordó y decidió escribirle. De esta manera empezaba “mi primer proyecto, con muy poca experiencia”, indica.
En esta primera experiencia, este cardiólogo cuenta que se dedicó a ver, oír, callar y aprender mucho de los médicos africanos. Aunque ya cuenta con una dilatada experiencia en esto de la cooperación, García recuerda aún las primeras sensaciones. “Ahora ya no me causa tanto dolor ni me golpea tanto emocionalmente como lo hacía hace años. Desde el primer momento te acostumbras y te adaptas a los problemas de sanidad que hay en los países a donde voy”, asegura.
García Lanzas sigue trabajando en nuevos proyectos para continuar formando a los sanitarios de otros países
La última cooperación que ha estado realizando de dos semanas en Guinea-Bisáu, donde ha estado formando a médicos del lugar, le conduce a su siguiente proyecto personal. Como “la cooperación me encanta y me fascina y lo voy a seguir haciendo toda mi vida” apunta, en septiembre volverá a Bisáu para “dar clases en la facultad de cardiología y formar a médicos que no tienen la especialidad de medicina de familia, que han hecho medicina seis años, en cuanto al diagnóstico ecocardiográfico de problemas cardiacos”, explica. Este proyecto personal, además, está enlazado con otro que tiene en mente: la telemedicina, en consonancia con los cardiólogos de Ceuta.
Mientras llega septiembre e inicia esta nueva experiencia cooperativa, García Lanzas sigue trabajando en nuevos proyectos para continuar formando a los sanitarios de otros países que no cuentan con los mismos recursos que podemos tener aquí en España. Con esta nueva sección del Colegio de Médicos, las ganas y la experiencia que pone García Lanzas en cada uno de sus proyectos y los médicos voluntarios que se sumen a esta iniciativa, se formará un mejor futuro sanitario para todos.