El director de Cooperación Internacional del Colegio de Médicos ha acudido nuevamente a Bisáu para formar en cardiología a seis médicos de la zona y favorecer el diagnóstico de una de las principales enfermedades de corazón que afecta a los niños y adolescentes del país

Tras dos meses y medio de labor de cooperación en Guinea-Bisáu, el doctor Francisco García Lanzas ha vuelto a nuestra ciudad para continuar su trabajo en el Hospital Universitario de Ceuta (HUCE). No obstante, lejos de cerrar este ciclo, mantiene el proyecto de colaboración con el hospital público Simão Mendes activo y ha establecido una línea de trabajo para ampliar la ayuda y poder tratar algunas de las principales patologías de la zona con la ayuda de otros hospitales nacionales.

En abril, el facultativo hizo un primer viaje como representante del organismo de Cooperación Internacional de Ceuta, el cual dirige dentro del Colegio de Médicos Local. Al llegar, explicaba a los medios las ideas iniciales que ya se habían planteado para trabajar con los médicos locales de Bisáu. La principal línea de actuación era ofrecer una formación en el país africano para, a largo plazo, buscar un hermanamiento de su hospital con el de Ceuta. Gracias a ese primer contacto, el cardiólogo esperaba poder llevar a cabo una labor de telemedicina y, con ello, ampliar el conocimiento local sobre la válvula mitral, facilitar el diagnóstico de las principales patologías del corazón y evitar una gran parte de las muertes prematuras de la población bisauguineana a largo plazo.

Cinco meses después del primer viaje, Francisco García Lanzas volvió a Guinea-Bisáu para comenzar la formación de los médicos del hospital en una situación sanitaria complicada: “Es un país donde la gente acaba siendo cirujana o intensivista simplemente haciendo 6 meses, ni siquiera hacen Medicina de Familia, que son seis años más luego cuatro. Del tirón trabajan como si fueran especialistas, imagínate la calidad asistencial”, comenta el cardiólogo.  

A este problema estructural, se añadía un escenario político y sanitario muy difícil, estaban en huelga todos los hospitales públicos del país debido a las inaceptables condiciones laborales de los profesionales de la salud: “Llevaban de servicios mínimos 10 meses, entonces yo a esos médicos les pedía asistencia diaria. (…) Me encontré varios días con el hecho de que no había pacientes en Urgencias porque no había médicos”, puntualiza el médico del HUCE.

A pesar de esto, durante dos meses y medio, García Lanzas trabajó diariamente con seis médicos “con muchas ganas de aprender” para tratar a los diferentes pacientes del hospital: “Íbamos con una sonda portátil enganchada a un móvil o a una tablet, una sonda portátil que no pesa ni 200 gramos, que fue lo que yo llevé de aquí”, explica el colegiado. Con este instrumental, el cardiólogo enseñó a su equipo de médicos a hacer ecocardiogramas, formándoles sobre la marcha y reforzando con clases teóricas los conocimientos aprendidos sobre los pacientes.

De ese equipo inicial, han quedado tres médicos que son capaces de trabajar con la sonda de forma autónoma, hacer la ecografía y mandar la imagen junto con un diagnóstico y un tratamiento para que desde Ceuta lo corroboren. La telemedicina, como explica el colegiado local, es un trabajo a largo plazo: “se va a mantener todo el tiempo que ellos lo necesiten. Cuando haya un caso que ellos vean que hacen diez veces y ya lo hagan bien, seguramente llegará un momento en que solo preguntarán las dudas. A día de hoy, es condición necesaria del proyecto que me manden todas las imágenes, el diagnóstico y el tratamiento, así como lo que ellos piensan”, puntualiza.

Ahora que los médicos locales están formados para detectar estas anomalías y cuentan con el respaldo del equipo de Ceuta para verificarlas, el proyecto avanza con un nuevo paso: el tratamiento. El director de Cooperación Internacional de Ceuta ya se ha puesto en contacto con el Colegio de Médicos de Cádiz para poner en marcha este plan a través del Hospital Puerta del Mar, con la colaboración de Cooperación Internacional de Sevilla y la ONG Aida. Entre todos han conseguido un acuerdo por el que los pacientes diagnosticados en Bisáu se podrán operar en España, con una intervención mensual acordada. Un trabajo conjunto del que ya se están viendo los resultados, con un primer paciente que se beneficiará de todo el proceso este mes, tras el puente de diciembre, con su operación en Cádiz.

Adicionalmente, el Colegio de Médicos de Ceuta ha decidido sufragar los gastos de formación de un médico de Bisáu en nuestra ciudad, una iniciativa relacionada con el proyecto y que pretende reforzar el trabajo que García Lanzas ha iniciado en el país. Como director de la sección de Cooperación Internacional, el cardiólogo presentó esta idea al Colegio por razón de eficiencia: “Aquí, en tres meses se forma lo que allí en año y medio o dos () va a ver 15 o 20 ecografías diarias”, añade García Lanzas.

Además de estos proyectos, Cooperación Internacional, dependiente del Colegio de Médicos de Ceuta, cuenta con otras iniciativas abiertas con Guinea-Bisáu. Entre ellas, traer al jefe de un centro de salud para formarle en el área de Urgencias o comenzar un plan sanitario enfocado al diagnóstico y operación del estrabismo en niños de Bisáu, con la colaboración de una oftalmóloga y una óptica de Ceuta. A todo ello, por supuesto, se une el contacto continuo con los proyectos ya iniciados, a los que desde Cooperación Internacional esperan que se unan cada vez más médicos de la ciudad.

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