El INGESA aplica a estos médicos una merma retributiva de 1.183 euros brutos mensuales. En caso de no obtener respuesta, se optará por movilizaciones y no se descarta acudir a la vía judicial.  

Los colegios oficiales de médicos de Ceuta y Melilla se han unido para reclamar mejoras al Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA), avances que ya se aplican en otras autonomías españolas y que su ausencia en las dos ciudades autónomas repercute negativamente sobre la atención sanitaria. Uno de ellos es la desigualdad salarial que sufren los facultativos que compaginan la sanidad pública con la privada, situación anacrónica e injusta, y que dificulta la contratación de especialistas o la retención de profesionales.

El escrito de protesta ha sido firmado por la totalidad de facultativos penalizados salarialmente por compaginar la actividad pública con la privada ejercientes en ambas ciudades autónomas: Anestesistas, Cardiólogos, Cirujanos, Dermatólogos, Digestólogos, Ginecólogos, Neumólogos, Oftalmólogos, Oncólogos, Otorrinolaringólogos, Psiquiatras y Traumatólogos, entre otros, han suscrito el mencionado documento.

La lucha de ambas entidades se remonta a dos años atrás y, tras la inacción del INGESA, los colegios han decidido tomar medidas drásticas. En su momento ya se remitió un escrito para acabar con esta discriminación salarial al no percibir el complemento de exclusividad, perjuicio que sufren muchos médicos ceutíes y melillenses aun realizando el mismo trabajo, con la misma responsabilidad y dedicación.

Son muchas las autonomías que han acabado con este desequilibrio porque ha quedado demostrado que el complemento de exclusividad no ha supuesto ninguna mejora para la atención sanitaria ni una mayor disponibilidad de los médicos, dejando al INGESA prácticamente como el único servicio de salud en mantener esta práctica discriminatoria.  De hecho, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) también ha eliminado esta discriminación salarial, y son varios los facultativos de Ceuta y Melilla que han optado por marcharse definitivamente a Andalucía.

En Ceuta y Melilla es patente la dificultad existente para contratar especialistas, y esto provoca una situación deficitaria crónica en lo que se refiere a la media de médicos por habitante. Ambas ciudades deben ofrecer mejores condiciones laborales para atraer recursos humanos dada nuestra localización extrapeninsular. Y, sin embargo, se penaliza a aquellos que optan por la compatibilidad entre lo público y lo privado con una disminución salarial de 1.183 euros brutos mensuales.

El INGESA, a la hora de valorar esta petición, debería tener en cuenta el gran alivio que genera el ejercicio mixto, pues son muchos los mutualistas de ISFAS, MUFACE y MUGEJU que acuden a la privada y no sobrecargan la sanidad pública. Se estima que un 30 por ciento de los pacientes, alrededor de 20.000 pacientes por área, reciben asistencia privada y no de la Seguridad Social.

Entre Ceuta y Melilla tan sólo hay alrededor de 60 médicos de ejercicio mixto, por lo que acabar con esta discriminación no supondría una alteración de los presupuestos vigentes.

Esta reivindicación merece una respuesta inmediata tras dos años de espera. Por ello, ambos colegios médicos han procedido a registrar una nueva petición. En caso de no recibir respuesta en un mes, los facultativos afectados firmantes anuncian que iniciarán un calendario de movilizaciones y medidas de protesta, en los que podrían incluir una huelga. Además, se pondrá el caso en manos de los abogados, tanto del Sindicato Médico como del Colegio Oficial de Médicos, para iniciar los trámites por la vía judicial.

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